« Home | Não posso acreditar... » | Non hai nada coma a terrinha de cada un... » | "Algo se muere en el alma... » | Unha de musica... » | Pues por mi no... » | 1001 gracias » | Un puntito (.) » | PESADILLAS » | Para ellas » | LOST IN THE LANGUAGES... » 

sexta-feira, março 31, 2006 

Estos días he recibido un par de mails especiales. Son de 2 personas a las que quiero un montón (nota mental: debes decirselo mas a menudo). En ellos me decían (entre otras cosas) que no esperaban encontrarse con cosas tan serias o profundas, que se alegraban de ver que seguía con mis "particularidades y rarezas", que me veían con ganas de seguir aprendiendo (eso siempre, Az..); o cosas como que me veían como "una gota de color en un mundo gris, muy gris" y que agradecían leer algo escrito desde el corazón (todo lo que hago sale como balas desde ahí, Seth...).
También he recibido algún correo diciendo que casi no escribía sobre mi vida en Lisboa.
Y he reflexionado un ratito sobre eso...
Mas cosas sobre Lisboa? si, podría, pero tampoco las considero muy interesantes ni que vayan a marcar mi vida (aún así prometo alguna batallita más a menudo). Mas bien pienso que estoy escribiendo sobre sentimientos. Todo aquello que produce algún tipo de sentimiento (fuerte) en mí implica un posterior post.

Y sobre lo que dicen mis "bloyeurs"...

Nunca he tenido miedo a decir las cosas, pero si a la reacción que producirían sobre los demás; por eso en esta vida me he callado muchas cosas. Pero cada sombra que suelto aquí esperaba que fuese una liberación personal, pero realmente está consiguiendo que me acerque un poquito mas a quién me honra compartiendo este pequenho mundo conmigo.

Y aprenderé, y seguiré siendo ese ninho raro que todos conoceis y intentaré llevaros a mi mundo que está lleno de colores (el negro abunda, lo sé, pero también otros muchos), y mi balas desde el corazón seguirán ahi (siempre que querais).

Y sí, he pensado en contaros de esta ciudad y cómo me veo en ella. Pero no he podido. Porque hay tanto que echar de menos que cada vez que escribo los dedos se me van al Norte (y Oeste).
He querido contar cosas de Lisboa.
Y al final he acabado hablando de todo lo contrario.

Y aqui ya no puedo escribir mas.
Se me ha metido algo en el ojo.